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Desarrollo app  ·  Software a medida

Selección de KPI’s para apps: cómo monitorizar una aplicación en clave SMART.

En este texto no encontrarás una selección de herramientas para monitorizar la actividad y comportamiento del usuario en tu app; tampoco esperes encontrar un listado de indicadores por tipología o categoría de aplicación. En las siguientes líneas pondremos el foco en la selección de KPI’s (Key Performance Indicators) partiendo del concepto SMART (Specific, Measurable, Achievable, Relevant and Time-related) para que te permitan saber si tu aplicación está alcanzando los objetivos esperados y definidos en la estrategia.

El KPI es un indicador clave que se expresa en cifras. El dato de forma aislada no aporta valor, se trata de contemplar su evolución de forma periódica. El punto de partida es la definición del objetivo y a continuación se asocia un KPI para medir el grado de cumplimiento de dicho objetivo. La monitorización es el paso previo y necesario para la interpretación de resultados y, por último y no menos importante, la optimización. Los procesos de optimización deberían ser siempre un bucle infinito.

Cinco características de un objetivo SMART

Si alguno de tus objetivos no cumple estas cinco características, deberías replantearlo:

Específico

1. Específico. Un objetivo concreto, no divagar. Debemos saber qué queremos conseguir y cómo vamos a conseguirlo.

 

Objetivo medible para el desarrollo de apps

2. Medible. Es necesario hacer seguimiento y esto requiere contar con un proceso o sistema que permita poner cifras al grado de cumplimiento del objetivo.

Objetivo alcanzable para el desarrollo de apps

3. Alcanzable. Si la consecución del objetivo no es realista, no tendrá sentido formular dicho objetivo.

Objetivo relevante para el desarrollo de apps

4. Relevante. Merece la pena poner el foco en objetivos que sean decisivos para la empresa.

Objetivo con plazo de consolidación para el desarrollo de apps

5. Plazo de consolidación. Los plazos son fundamentales, por lo tanto habrá que definir tiempos en los que ese objetivo se debe haber alcanzado.

Formulados los objetivos, estos necesitan de indicadores que permitan conocer su grado de cumplimiento. Dicho esto, enumeremos algunos objetivos en clave SMART y su correspondiente indicador:

Ranking en los marketplaces. 

Posiciona a la aplicación en las plataformas y, por lo tanto, visibiliza tu producto ante potenciales nuevos usuarios. Es fruto de los resultados que ha cosechado tu app y, sin duda, actúa de aval y prescripción de cara a potenciales descargas. Los usuarios ya saben que algo bueno les espera en cuanto instalen la aplicación.

Duración de la sesión. 

La duración de la sesión es definitivamente una de las variables que proporciona más información acerca de la relación usuario-app; el tiempo invertido en ella mide engagement. Con independencia de cual sea la esencia de una aplicación, sesiones duraderas y recurrentes indican de manera inequívoca el interés generado.

Usuarios activos.

Una vez lograda la descarga, debe llegar la actividad: ser utilizada para lo que fue concebida. Variables como MAU (Monthly Active Users), es decir, usuarios que inician sesión una vez al mes como mínimo, son importantes para saber si la app consigue retener al usuario. Otro KPI que permite valorar la fidelización del usuario es el DAU (Daily Active Users), los usuarios que inician sesión un día determinado.

Flujo de comportamiento.

Simplemente integrando Google Analytics en la aplicación podemos conocer el flujo de comportamiento de los usuarios. El flujo de navegación es clave para conocer el camino que siguen los usuarios y poner el foco en aquellas pantallas que provocan su salida en la app. Los gráficos permiten identificar esas pantallas y aplicar medidas correctoras en caso de ser necesario.

User Stickness. 

Son los más fieles, aquellos usuarios que inician sesión a diario. La fórmula para calcular el número de fieles son los usuarios activos diarios entre los usuarios activos mensuales (DAU/ MAU).

ARPU.

El ARPU (Average Revenue Per User) mide viabilidad; es la media de ingresos generados por usuario durante un determinado periodo, generalmente mensual. La fórmula es ingresos obtenidos entre número de usuarios activos.

Cuota de mercado. 

Se trata de conocer qué porcentaje del pastel de apps de tu categoría te corresponde. La posición que ocupas en el mercado la obtendrás de Google Play y App Storeatendiendo a las apps que ocupan la misma categoría y/o funcionalidad que la tuya.

Ratio de conversión. 

El ratio de conversión es el porcentaje de usuarios que realizan la acción objetivo. Aquí entra desde la visualización de una pantalla al envío de un formulario, pasando por la suscripción o cierre de una compra. El concepto conversión depende del tipo de proyecto y de los objetivos clave para cada uno de ellos.

Descargas.

Hemos desarrollado y publicado la app y el objetivo es la descarga para que empiece a rodar. Los marketplaces nos proporcionan los totales pero, para ajustar las acciones de marketing y optimizar los resultados, conocer la fuente de tráfico que desencadena la instalación es básico. Este dato es interesante para ayudar a la toma de decisiones y reconducir las acciones. Por ejemplo, si el grueso de las descargas provienen de acciones con influencers e interesa reducir la dependencia de este canal para captar nuevos usuarios, la táctica será reducir el presupuesto para influencers y enfocarse en campañas universales de aplicaciones de AdWords. Pero para eso es necesario discriminar por fuente de tráfico.

Seguimiento y optimización: los cuadros de mando

Desarrollo de apps y monitorización

 

Hemos introducido algunos KPI’s y lo hemos hecho partiendo de objetivos SMART. En la fase de seguimiento ten presente las variables clave, elimina el ruido y quédate con aquellas que te permitan saber de qué salud goza tu app y si vas por el buen camino.

Objetivos definidos e indicadores seleccionados, ¿y ahora qué? Ahora toca medir y hacer seguimiento. Los cuadros de mando facilitan el proceso. Son paneles que recogen esos KPI’s y permiten observar ágilmente cómo evolucionan. El objetivo es contar con un dashboard que incluya las variables especialmente relevantes y que permita visualizar si se alcanzan los objetivos fijados previamente. La finalidad de estas herramientas es proporcionar información y que las personas responsables tengan acceso a ella de forma periódica y actualizada.

El principal activo de la monitorización es la capacidad de anticiparse y la posibilidad de aplicar medidas correctoras si los KPI’s indican que no se cumplen los objetivos. Para ello, el seguimiento debe ser periódico y conviene establecer la frecuencia con la que se consultarán los indicadores. Al igual que la definición de los objetivos y la selección de KPI’s, la periodicidad es otra de las cuestiones a definir ad hoc para cada proyecto, puesto que dependerá de las acciones desarrolladas y de los plazos de cumplimiento.

Si bien es cierto que los objetivos SMART deben ser 100% realizables, puede ocurrir que los plazos venzan y no se estén alcanzando. Aquí entra en juego el plan B; planes de contingencia que pautan cómo y cuándo actuar si en el cuadro de mando aparecen números rojos.

Los planes de contingencia deben marcar las horquillas entre las que se puede mover el indicador y la línea roja que activará el plan B. Por ejemplo, si el objetivo son 10.000 descargas de la aplicación en seis meses y hemos superado el primer trimestre con apenas 2.000 parece improbable que con las mismas acciones promocionales sea posible alcanzar en tres meses las 8.000 instalaciones previstas. Sería conveniente determinar con qué número de descargas al mes se activaría el plan de contingencia para evitar llegar al ecuador con el objetivo de las 10.000 tan lejano.

Disponer de herramientas y protocolos de monitorización para tomar el pulso a la aplicación agiliza los procesos, pero la pieza clave del engranaje es el capital humano que aporta valor con lainterpretación de los datos y la toma de decisiones en base a ellos. El análisis y la ejecución de acciones cierra el círculo y permite enfocarse en el cumplimiento de los objetivos SMART.